Kay Ryan, Bela Gold, Marilyn Nelson y otros poemas American poetry


PARA MANDAR VUESTRAS POESIAS PINCHA AQUI

0    1   2   3   4   5   6   7    8  9  10   11   12   13   14  15  16  20  21    24    Poesias cortas 2010    Poesias cortas 2010_2    Poesias cortas 2010_3
    Poesias cortas 2010_4    Poesias cortas 2010_5    Poesias cortas 2010_6   Poesias cortas_7    Poesias cortas_8    Poesias cortas_9    Poesias cortas_10    Poesias cortas_11    Poesias cortas_12    Poesias cortas_13    Poesias cortas_14   Poesias cortas_15   Poesias cortas_16   Poesias cortas_17   Poesias largas   Videos de poesias cortas   Poeias Angelita    Poesias largas   Videos de poesias cortas   Poesias Angelita    poesias cortas_18   poesias cortas_19   poesias cortas_20   poesias cortas_21    Adivinanzas    Poetas y poesias dominicanos    poesias cortas 22    poesias cortas 23    Poemas desde New York   Dia del padre en los Estador Unidos  Dia Internacional de la amistad   Poesias de Navidad    Cuentos de Navidad    Poesias en Castellano       Poesias de Mexico       Poesias de Mexico       Poesias USA       Poesias de Canadá   

Volver a Inicio Home

 

Kay Ryan, American Poetry

Nueva poesía de los Estados Unidos*

Kay Ryan

A Palpable Silence

What is as delightful
as a palpable silence,
a creamy latex of a silence, stirrable
with a long stick. Such
a silence is particularly thick at the bottom, a very smooth lotion, like good paint by the gallon. is is a base silence, colored only by addition, say a small squeeze of green when the bird sings idly of trees he has

seen. It is a clean
silence, the kind that
does not divide us,
like dreams it is
viscous but like good dreams where sweet things last and last past credibility.
Even in the dream we know it is a luxury.•

* Agradecemos a la Universidad Nacional Autónoma de México y en particular a la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial por el permiso de reproducción de algunos de los poemas que integran la antología bilingüe Líneas conectadas: Nueva poesía de los Estados Unidos editada por April Lindner y publicada en Sarabande Books por el Fondo Nacional para las Artes de Estados Unidos, la Embajada de los Estados Unidos en México y la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

Kay Ryan

Traducción de Argentina Rodríguez Un silencio palpable

Qué es más delicioso
que un silencio palpable,
un látex cremoso de silencio,
que se mezcle con
una larga vara. Ese
silencio es particularmente
espeso en el fondo, una
crema muy suave, como
una pintura de calidad que se vende por galón. Éste es un silencio base
que sólo adquiere color
con, digamos, un ligero toque de
verde, como cuando un ave canta
con indolencia acerca de los árboles
que ha conocido. Es un silencio
limpio, que no nos divide,
es viscoso como los sueños,
pero como en los sueños buenos,
donde las cosas dulces perduran
más allá de la credibilidad.
Incluso en el sueño sabemos
que esto es un lujo.•

Kay Ryan nació en San José, California, en 1945. Ganó el Ruth Lill Poetry Prize de 2004. Su sexto libro de poemas es Say Uncle (Grove Press, 2000). Vive en la zona metropolitana de San Francisco, California.

 

Marilyn Nelson

How I Discovered Poetry

It was like soul-kissing, the way the words
lled my mouth as Mrs. Purdy read from her desk.
All the other kids zoned an hour ahead to 3:15,
but Mrs. Purdy and I wandered lonely as clouds borne by a breeze o Mount Parnassus. She must have seen the darkest eyes in the room brim: e next day
she gave me a poem she’d chosen especially for me
to read to the all except for me white class.
She smiled when she told me to read it, smiled harder, said oh yes I could. She smiled harder and harder until I stood and opened my mouth to banjo playing darkies, pickaninnies, disses and dats. When I nished my classmates stared at the oor. We walked silent
to the buses, awed by the power of words.•

 

Bela Gold

Marilyn Nelson

Traducción de Argentina Rodríguez Cómo descubrí la poesía

Fue como si besaran mi alma, las palabras
que la Sra. Purdy leía desde su escritorio llenaron mi boca.
Los otros chicos pensaban en lo que harían después de las 3:15, pero la Sra. Purdy y yo vagábamos solitarias como nubes arrastradas por una brisa del monte Parnaso. Ella debió ver
brillar los ojos más oscuros del salón: Al día siguiente
me dio un poema que eligió especialmente para
que lo leyera a la clase donde todos eran blancos, menos yo.
Ella sonrió cuando me dijo léelo, sonrió con rmeza,
me dijo oh sí tú puedes. Sonrió más y más
hasta que me puse de pie y abrí mi boca a la música del banjo
que los negros tocaban, pelo é pasa, éto y éso. Cuando terminé
mis compañeros clavaron la vista en el piso. Caminamos en silencio hacia los autobuses, sobrecogidos por el poder de las palabras.•

Marilyn Nelson nació en Cleveland, Ohio, en 1946. Ha escrito doce libros de poesía editados por Louisiana State University Press. Es profesora de lengua y literatura inglesa en la Universidad de Connecticut en Storr.

 

Ron Silliman

 

Ron Silliman

Traducción de Argentina Rodríguez De El CuadErno Chino

  1. De manera caprichosa, damos fuerza a las palabras. Los sustantivos premian a los objetos que signi can. La silla en el aire está cubierta de pelos. Ninguna parte está en contacto con el planeta.

  2. Cada vez que paso por el garaje de cierta casa amarilla, me saludan unos ladridos. La primera vez, me recorrió un miedo instintivo. Nunca he sido atacado. Sin embargo creo rmemente que si abriera la puerta del garaje me enfrentaría a un perro.

  3. Chester eld, sofá, diván, canapé: ¿todas estas cosas se refieren al mismo objeto? De ser así, ¿son éstas las condiciones particulares de una sola palabra?

  4. Cuando era niño mi madre llamaba boppo a un agarrador de cosas calientes, el término lo llegó a emplear toda la familia, mis primos lo transmitieron a sus hijos. ¿Es una palabra? Si con el tiempo su uso se llegara a generalizar, ¿en qué momento se convertiría en una palabra?

  5. El lenguaje es, ante todo, una cuestión política.

  6. Escribíestaoraciónconunbolígrafo.¿Sihubierausadootraplumahabríasidounaoracióndiferente?

  7. Esto no es losofía, es poesía. Y si así lo sostengo, entonces se convierte en pintura, música o escultura, y se juzga como tal. Si hay variables que considerar, son en parte de índole económica (la cuestión de la distribución, etcétera). También las tradiciones críticas di eren. ¿Podría ser esto buena poesía, pero mala música? Pero aún no creo que pueda a rmar, a no ser que sea en son de broma, que esto es danza o planeación urbana.

  8. Esto no es discurso. Yo lo escribí.

  9. Otra historia, parecida a la 2: hasta bien entrado en mis veintes el olor de los puros me repugnaba. El fuerte aroma traía a mi mente de manera inevitable la imagen de la mierda tibia y húmeda. Ésta no es, si regreso a mis recuerdos, una asociación que pueda explicar de manera racional. Después trabajé como abogado legislativo en el capitolio estatal y estaba constantemente rodeado del humo de los puros. Con el tiempo el olor pareció disolverse. Ya no lo notaba. Después comencé a notarlo de nuevo, sólo que ahora lo asociaba con gamuza o con cuero. Fue así que empecé a fumar puros.

  10. ¿Quésucedeconunapoesíaquecarecedesorpresa?,¿quecarecedeforma,tema,desarrollo?,¿cuyo lenguaje rechaza todo interés?, ¿que se examina a sí misma sin curiosidad?, ¿sobrevivirá?

  11. Al rosa y al marrón podríamos llamarlos rojo.

  12. De niciones legalistas. Por ejemplo, en algunas jurisdicciones una condena no se actualiza, a pesar de que se encuentre culpable al sujeto, sin la imposición de la sentencia. La suspensión de

 

not therefore be a conviction. is has substantial impact on teachers’ credentials, or the right to practice medicine or law.

  1. at this form has a tradition other than the one I propose, Wittgenstein, etc., I choose not to dispute. But what is its impact on the tradition proposed?

  2. Is Wittgenstein’s contribution strictly formal?

  3. Possibility of a poetry analogous to the paintings of Rosenquist—speci c representational detail combined in non-objective, formalist systems.

  4. If this were theory, not practice, would I know it?

  5. Everything here tends away from an aesthetic decision, which, in itself, is one.

  6. I chose a Chinese notebook, its thin pages not to be cut, its six redline columns which I turned 90o, the way they are closed by curves at both top and bottom, to see how it would alter the writing. Is it atter, more airy? e words, as I write them, are larger, cover more surface on this two-dimensional picture plane. Shall I, therefore, tend toward shorter terms—impact of page on vocabulary?

  7. Because I print this, I go slower. Imagine layers of air over the planet. One closer to the center of gravity moves faster, while the one above it tends to drag. e lower one is thought, the planet itself the object of the thought. But from space what is seen is what lters through the slower outer air of representation.

  8. Perhaps poetry is an activity and not a form at all. Would this de nition satisfy Duncan?

  9. Poem in a notebook, manuscript, magazine, book, reprinted in an anthology. Scripts and contexts di er. How could it be the same poem?

  10. e page intended to score speech. What an elaborate ction that seems!

  11. As a boy, riding with my grandparents about Oakland or in the country, I would recite such signs as we passed, directions, names of towns or diners, billboards. is seems to me now a basic form of verbal activity.

  12. If the pen won’t work, the words won’t form. e meanings are not manifested.

  13. How can I show that the intentions of this work and poetry are identical? •

 

una sentencia, bajo libertad condicional, no sería por lo tanto una condena. Lo anterior afecta considerablemente el historial de los maestros, así como el derecho de practicar la medicina o las leyes.

  1. Que esta forma tiene una tradición diferente a la que propongo, Wittgenstein, etcétera, no lo voy a discutir. ¿Pero cómo afecta a la tradición propuesta?

  2. ¿Es la contribución de Wittgenstein estrictamente formal?

  3. La posibilidad de una poesía análoga a la pintura de Rosenquist: detalles gurativos y especí cos combinados con sistemas formalistas y no objetivos.

  4. ¿Si ésta fuera una teoría, y no una práctica, lo sabría?

  5. Todo esto se aleja de una decisión estética que, en sí misma, es una decisión.

  6. Escogí un cuaderno chino, sus delgadas páginas que no se cortan, sus seis columnas rojas que giré a 90o, la forma en que termina con curvas tanto arriba como abajo, para saber cómo se podría alterar la escritura. ¿Es más plana, más ligera? Las palabras, mientras las escribo, son más grandes, cubren una mayor super cie de este plano pictórico de dos dimensiones. Debo, entonces, elegir términos más breves: ¿el impacto de la página en el vocabulario?

  7. Porquelovoyimprimiendoavanzoconmáslentitud.Imaginenunascapasdeairesobreelplaneta. La más cercana al centro de gravedad se mueve con rapidez, mientras que la que está arriba se arrastra. La de abajo es el pensamiento, el planeta es el objeto del pensamiento. Pero lo que se observa desde el espacio es lo que se ltra a través del lento aire externo de la representación.

  8. Quizálapoesíaseaunaactividadynounaforma.¿Duncansesentiríasatisfechoconestade nición?

  9. Un poema en un cuaderno, en un manuscrito, en una revista, en un libro, impreso nuevamente en una antología. La letra y los contextos di eren. ¿Cómo podría ser el mismo poema?

  10. La página tenía la intención de registrar al discurso. ¡Esto parece ser una cción muy elaborada!

  11. Cuando era niño viajaba con mis abuelos por Oakland o por el campo, y repetía las señales que pasábamos, las direcciones, los nombres de poblaciones o de restaurantes, los anuncios. Ahora esto me parece una forma básica de actividad verbal.

  12. Si la pluma no funciona, las palabras no se forman. Los significados no se manifiestan.

  13. ¿Cómo puedo mostrar que las intenciones de este trabajo y de la poesía son las mismas? •

    Ron Silliman nació en Pasco, Washington, en 1946. Es autor de varios libros de poesía. Sus más recientes son Tjanting (Salt Publishing, 2002) y Under Albany (Salt Publishing, 2004).

 

She Didn’t Even Wave

Ai

I buried Mama in her wedding dress and put gloves on her hands,
but I couldn’t do much about her face, blue-black and swollen,

so I covered it with a silk scarf.
I hike my dress up to my thighs
and rub them,
watching you tip the mortuary fan back and forth. Hey. Come on over. Cover me all up
like I was never here. Just never.
Come on. I don’t know why I talk like that.
It was a real nice funeral. Mama’s.
I touch the rhinestone heart pinned to my blouse. Honey, let’s look at it again.
See. It’s bright like the lightning that struck her.

I walk outside
and face the empty house.
You put your arms around me. Don’t. Let me wave goodbye.
Mama never got a chance to do it. She was walking toward the barn when it struck her. I didn’t move;
I just stood at the screen door.
Her whole body was light.
I’d never seen anything so beautiful.

I remember how she cried in the kitchen a few minutes before.
She said, God. Married.
I don’t believe it, Jean, I won’t.

He takes and takes and you just give. At the door, she held out her arms

 

for Marilyn Monroe

Ai

Traducción de Argentina Rodríguez Ni siquiera dijo adiós

Sepulté a mamá en su vestido de novia
y le puse guantes en las manos,
pero no pude hacer mucho por su rostro, amoratado e hinchado,

para Marilyn Monroe

así que lo cubrí con una pañoleta de seda.
Me arremango el vestido hasta los muslos
y los froto,
mientras observo cómo ladeas el ventilador de la funeraria de atrás para adelante. Oye. Ven acá. Cúbreme toda

como si nunca hubiera estado aquí. Nunca.
Vamos. No sé por qué hablo de esta manera.
De veras que fue un funeral bonito. El de mamá.
Toco las piedras falsas del corazón prendido en mi blusa. Cariño, veámoslo de nuevo.
Ves. Es tan brillante como el rayo que la mató.

Camino hacia fuera
y miro de frente la casa vacía.
Me abrazas. No lo hagas.
Déjame decir adiós.
Mamá nunca tuvo la oportunidad de hacerlo. Ella caminaba hacia el establo
cuando la mató. Yo no me moví;
sólo me quedé parada en la puerta de mosquitero. Todo su cuerpo se iluminó.
Nunca había visto algo tan bello.

Recuerdo que había llorado en la cocina unos minutos antes.
Dijo, Dios mío. Casada.
No lo creo, Jean, no puedo.

Él recibe y recibe y tú solamente das. En la puerta abrió los brazos

 

and I ran to her.
She squeezed me so tight:
I was all short of breath.
And she said, don’t do it.
In ten years, your heart will be eaten out
and you’ll forgive him, or some other man, even that and it will kill you.
en she walked outside.
And I kept saying, I’ve got to, Mama,
hug me again. Please don’t go.•

 

Bela Gold

y corrí hacia ella.
Me apretó con fuerza:
me quedé sin aire.
Y me dijo, no lo hagas.
En diez años, habrá devorado tu corazón
y lo perdonarás, o a cualquier otro hombre, incluso eso,
y te aniquilará.
Entonces caminó hacia fuera.
Y yo continuaba diciéndole, tengo que hacerlo, mamá, abrázame de nuevo. Por favor no te vayas.•

Ai nació en Albany, Texas, en 1947. Es autora de siete libros de poesía, entre ellos Dread (Norton, 2003) y Vice (Norton). Vice fue galardonado con el National Book Award en 1999. Es profesora de lengua y literatura inglesa en la Universidad del Estado de Oklahoma. Está trabajando en un libro sobre su herencia indígena norteamericana.

 

Bela Gold

Molly Peacock

Why I Am Not a Buddhist

I love desire, the state of want and thought
of how to get; building a kingdom in a soul
requires desire. I love the things I’ve sought—
you in your beltless bathrobe, tongues of cash that loll from my billfold—and love what I want: clothes, houses, redemption. Can a new mauve suit
equal God? Oh no, desire is ranked. To lose
a loved pen is not like losing faith. Acute
desire for nut gateau is driven out by death,
but the cake on its plate has meaning,
even when love is endangered and nothing matters. For my mother, health; for my sister, bereft, wholeness. But why is desire su ering?
Because want leaves a world in tatters?
How else but in tatters should a world be?
A columned porch set high above a lake.
Here, take my money. A loved face in agony,
the spirit gone. Here, use my rags of love.•

 

Bela Gold

Molly Peacock

Traducción de Argentina Rodríguez Por qué no soy budista

Amo el deseo, el estado de necesidad y de saber
adquirir; construir un reino en el alma
requiere del deseo. Amo las cosas que anhelo:
tú en tu bata de baño sin amarrar, las lenguas de efectivo que cuelgan de mi billetera; y amo lo que quiero: ropa,

casas, redenciones. ¿Acaso un traje nuevo color malva
equivale a Dios? Oh, no, el deseo tiene jerarquías. Perder
una pluma amada no es igual a perder la fe. El deseo pertinaz
por un pastel de nuez es menos apremiante que la muerte,
pero el pastel en su plato adquiere un signi cado,
incluso cuando el amor peligra y ya nada importa.
Para mi madre, salud, para mi hermana, desposeída,
entereza. Pero ¿por qué el deseo es sufrimiento?
¿Porque la carencia deja al mundo en harapos?
¿De qué otra manera si no en harapos debe estar el mundo?
Una casa con un portal rodeado de columnas en lo alto sobre un lago. Ten, aquí está mi dinero. Un rostro amado en agonía,
el espíritu se ha marchado. Ten, usa mis harapos de amor.•

Molly Peacock nació en Bu alo, Nueva York, en 1947. Ha escrito cinco volúmenes de poesía, incluyendo Cornucopia: New & Selected Poems (W. W. Norton & Company, 2002). Es profesora en el programa de maestría de Bellas Artes en la Universidad de Spalding. Ha estado de gira con una representación dramática de su poesía: “ e Shimmering Verge”.

 

Timothy Steele

Sapphics Against Anger

Angered, may I be near a glass of water; May my rst impulse be to think of Silence, Its deities (who are they? do, in fact, they

Exist? etc.).

May I recall what Aristotle says of
e subject: to give vent to rage is not to Release it but to be increasingly prone

To its incursions.

May I imagine being in the Inferno,
Hearing it asked: “Virgilio mio, who’s
at sulking with Achilles there?” and hearing

Virgil say: “Dante,

at fellow, at the slightest provocation,
Slammed phone receivers down, and waved his arms like A madman. What Attila did to Europe,

What Genghis Khan did

To Asia, that poor dope did to his marriage.” May I, that is, put learning to good purpose, Mindful that melancholy is a sin, though

Stylish at present.

Better than rage is the post-dinner quiet,
e sink’s warm turbulence, the streaming platters, e suds rehearsing down the drain in spirals

In the last rinsing.

For what is, after all, the good life save that Conducted thoughtfully, and what is passion If not the holiest of powers, sustaining

Only if mastered.•

 

Timothy Steele

Traducción de Pura López Colomé Veros sáficos contra la furia

Dominado por la furia: que se me conceda estar junto a un vaso de agua; que mi primer impulso sea pensar en el Silencio,
sus deidades (¿quiénes son?, ¿acaso existen

en verdad?, etc.).

Que pueda recordar lo que Aristóteles a rma a este respecto: ventilar la rabia no es
darle curso, sino ser cada vez más proclive

a sus incursiones.

Que pueda imaginarme en el In erno,
escuchando la pregunta: “Virgilio mío: ¿quién es ese resentido que está allá con Aquiles?”, y escuchar luego

a Virgilio responder: “Dante,

ese tipo, a la menor provocación
azotaba auriculares telefónicos, y agitaba los brazos como un loco. Lo que Atila le hizo a Europa,

lo que Genghis Khan le hizo

al Asia, ese pobre tonto se lo hizo a su matrimonio”.
Que pueda, es decir, aplicar el conocimiento a una buena causa, consciente de que la melancolía es un pecado, aunque

muy de moda hoy en día.

Mejor que la rabia es la quietud posterior a la cena,
la turbulencia cálida del fregadero, los platos escurriendo, la espuma ensayando por la coladera en espirales

durante el último enjuague.

Pues qué es, después de todo, la buena vida sino eso llevado a profundidad, y qué es la pasión
si no el más sagrado de los poderes, que se sostiene

sólo al perfeccionarse.•

Timothy Steele nació en Burlington, Vermont, en 1948. Es autor de dos colecciones de poesía: e Color Wheel (Johns Hopkins University Press, 1994) y Sapphics and Uncertainies: Poems 1970-1986 (University of Arkansas Press, 1995).

Lynn Emanuel

The Sleeping

I have imagined all this:
In 1940 my parents were in love
And living in the loft on West 10th
Above Mark Rothko who painted cabbage roses On their bedroom walls the night they got married.

I can guess why he did it.
My mother’s hair was the color of yellow apples And she wore a velvet hat with her pajamas.

I was not born yet. I was remote as starlight. It is hard for me to imagine that
My parents made love in a roomful of roses And I wasn’t there.

But now I am. My mother is blushing.
is is the wonderful thing about art.
It can bring back the dead. It can wake the sleeping As it might have late that might
When my father and mother made love above Rothko Who lay in the dark thinking Roses, Roses, Roses.•

 

Bela Gold

Los que duermen

Lynn Emanuel

Traducción de Pura López Colomé

Me he imaginado todo esto;
en 1940 mis padres estaban enamorados
y vivían en el piso de West 10th
arriba de Mark Rothko, que pintaba rosas
en las paredes de su recámara la noche que se casaron.

Me es fácil adivinar por qué lo hizo.
El cabello de mi madre era del color de los perones maduros y usaba un sombrero de terciopelo junto con la pijama.

Yo todavía no había nacido. Era tan remoto como la luz de una estrella. Me cuesta trabajo imaginar que mis padres
hicieran el amor en un cuarto lleno de rosas
sin mí. Yo no estaba.

Pero ahora sí. Mi madre se sonroja.
Es lo maravilloso del arte.
Puede resucitar a los muertos. Puede despertar a los que duermen
tal como quizá lo hizo aquella noche ya muy tarde,
cuando mi padre y mi madre hicieron el amor arriba de Rothko
quien permanecía acostado en la oscuridad pensando Rosas, Rosas, Rosas.•

Lynn Emanuel nació en Monte Kisco, Nueva York, en 1949. Su libro más reciente es en, Suddenly (University of Pittsburgh Press, 1999). Ha fungido como jurado del National Book Award.

 

Andrew Hudgins

Praying Drunk

Our Father who art in heaven, I am drunk. Again. Red wine. For which I o er thanks.
I ought to start with praise, but praise
comes hard to me. I stutter. Did I tell you
about the woman whom I taught, in bed,
this prayer? It starts with praise; the simple form keeps things in order. I hear from her sometimes. Do you? And after love, when I was hungry,

I said, Make me something to eat. She yelled, Poof! You’re a casserole!—and laughed so hard she fell out of bed. Take care of her.

Next, confession—the dreary part. At night
deer drift from the dark woods and eat my garden. ey’re like enormous rats on stilts except,
of course, they’re beautiful. But why? What makes them beautiful? I haven’t shot one yet.
I might. When I was twelve, I’d ride my bike
out to the dump and shoot the rats. It’s hard
to kill your rats, our Father. You have to use
a hollow point and hit them solidly.
A leg is not enough. e rat won’t pause.
Yeep! Yeep! it screams, and scrabbles, three-legged, back into the trash, and I would feel a little bad
to kill something that wants to live
more savagely than I do, even if
it’s just a rat. My garden’s vanishing.
Perhaps I’ll merely plant more beans, though that might mean more beautiful and hungry deer.
Who knows?
I’m sorry for the times I’ve driven
home past a black, enormous, twilight ridge.
Crested with mist, it looked like a giant wave

 

Andrew Hudgins

Traducción de Zulai Marcela Fuentes Rezando ebrio

Padre nuestro que estás en el cielo, ebrio estoy. Otra vez. Vino tinto. Por lo que te agradezco. Debería comenzar con alabanzas, pero las alabanzas no se me dan fácilmente. Tartamudeo. ¿Te dije

de la mujer a quien enseñé esta oración en la cama? Comienza en alabanza; la forma simple
guarda las cosas en orden. A veces sé de ella.
¿Y tú? Y después del amor, cuando tenía hambre, le decía Hazme algo de comer. Ella gritaba.

¡Puf! ¡Eres un platillo al horno! y se carcajeaba
tan fuerte que se caía de la cama. Te pido que la cuides.

Después confesión, la parte sombría. De noche
los ciervos vienen de vagar en lóbregos bosques y se comen mi jardín. Son como enormes ratas en zancos salvo que,
claro está, son hermosos. Pero ¿por qué?
¿Qué los hace hermosos? No he cazado ninguno todavía.
Podría. Cuando tenía doce, montaba mi bici
al basurero y le tiraba a las ratas. Es difícil
dispararle a tus ratas, Padre Nuestro.
Hay que detectar una zona blanda y darles duro.
Una pierna no basta. La rata no se detiene.
¡Iiiii! ¡Iiii!, grita, escarba, con tres piernas,
vuelve a la basura, y yo me sentía un poco mal
de matar algo que pugna por vivir
con mayor instinto que el mío, aunque sólo
sea una rata. Mi jardín se desvanece.
Tal vez cuando mucho plantaré frijoles,
aunque eso produzca más ciervos hermosos y hambrientos.
¿Quién sabe?
Cómo lamento las veces que conduzco
a casa y paso por un cerro
enorme, negro a la hora del crepúsculo.
Coronado por niebla, parece ola gigante

about to break and sweep across the valley, and in my loneliness and fear I’ve thought,
O let it come and wash the whole world clean. Forgive me. is in my favorite sin: despair— whose love I celebrate with wine and prayer.

Our Father, thank you for all the birds and trees, that nature stu . I’m grateful for good health, food, air, some laughs, and all the other things I’m grateful that I’ve never had to do

without. I have confused myself. I’m glad there’s not a rattrap large enough for deer. While at a zoo last week, I sat and wept when I saw one elephant insert his trunk into another’s ass, pull out a lump,

and whip it back and forth impatiently
to free the goodies hidden in the lump.
I could have let it mean most anything,
but I was stunned again at just how little
we ask for in our lives. Don’t look! Don’t look! Two young nuns tried to herd their giggling schoolkids away. Line up, they called. Let’s go and watch the monkeys in the monkey house.

I laughed, and got a dirty look. Dear Lord, we lurch from metaphor to metaphor, which is—let it be so—a form of praying.

I’m usually asleep by now—the time
for supplication. Requests. As if I’d stayed
up late and called the radio and asked
they play a sentimental song. Embarrassed.
I want a lot of money and a woman.
And, also, I want vanishing cream. You know—
a character like Popeye rubs it on
and disappears. Although you see right through him, he’s there. He chuckles, stumbles into things,
and smoke that’s clearly visible escapes
from his invisible pipe. It makes me think,

 

a punto de romper y de barrer el valle,
y en mi soledad y miedo pienso
Ah, que venga y deje limpio el mundo entero.
Perdóname. Éste es mi pecado favorito: la desesperanza... cuyo amor celebro con vino y oración.

Padre Nuestro, gracias por todos los pájaros y árboles, el rollo de la naturaleza. Te agradezco la buena salud, el alimento, el aire, los buenos ratos, y todo lo demás que celebro y de lo cual no tuve que prescindir.

Me da vueltas la cabeza. Qué bueno que
no haya una ratonera tan grande como para los venados. Mientras estaba en un zoológico la otra semana,
me senté a llorar cuando vi a un elefante
insertar su trompa en el culo de otro paquidermo,
extraer un mojón y batirlo de arriba abajo con empeño
para separar lo suculento del mojón.
Pude haber dejado que signi cara cualquier cosa,
pero me asombré de nuevo al ver lo poco que pedimos en la vida. ¡No miren, no miren! Dos jóvenes monjas
luchaban por pastorear a sus alumnos y sus risotadas
y alejarlos del lugar. A formarse, los llamaron.
Vámonos a ver los changos a la jaula de los monos.
Me reí y me miraron feo. Señor Mío, nos
bamboleamos de metáfora en metáfora,
que es, sea por Dios, una forma de rezar.

Suelo quedarme dormido a esta hora, momento para la plegaria. Peticiones. Como si me hubiese trasnochado y llamara a la estación de radio
y pidiera una canción sentimental. Me abochorna. Quiero mucho dinero y una mujer.

Y también, quiero crema evanescente. Tú sabes:
un personaje como Popeye el Marino se la unta y desaparece. Aunque puedes ver a través suyo, allí está.
Se ríe entre dientes, se tropieza con las cosas,
y de su pipa invisible se escapa humo visible con nitidez. Ello me hace pensar, a veces, en ti.

tiempo DiFoNÍa

sometimes, of you. What makes me think of me is the poor jerk who wanders out on air
and then looks down. Below his feet, he sees eternity, and suddenly his shoes

no longer work on nothingness, and down he goes. As I fall past, remember me.•

 

Bela Gold

Lo que me hace pensar en mí
es el pobre idiota que vaga por el aire
y luego mira hacia abajo. Debajo de sus pies
ve la eternidad, y de pronto sus zapatos
ya no pisan en la nada, y se precipita.
Cuando venga cayendo a tu lado, acuérdate de mí.•

Andrew Hudgings nació en Killen, Texas, en 1951. Tiene seis libros de poesía. Sus obras más recientes son Ecstatic in the Poison (Overlook, 2003) y Babylon in a Jar (Mariner Books, 2001). Es profesor de lengua y literatura inglesa en la Universidad del Estado de Ohio.

 

Bela Gold

Judith Ortiz Cofer

The Latin Deli: an ars poETiCa

Presiding over a formica counter,
plastic Mother and Child magnetized
to the top of an ancient register,
the heady mix of smells from the open bins
of dried cod sh, the green plantains
hanging in stalks like votive o erings,
she is the Patroness of Exiles,
a woman of no-age who was never pretty,
who spends her days selling canned memories
while listening to the Puerto Ricans complain
that it would be cheaper to y to San Juan
than to buy a pound of Bustelo co ee here,
and to Cubans perfecting their speech
of a “glorious return” to Havana—where no one
has been allowed to die and nothing to change until then; to Mexicans who pass through, talking lyrically
of dólares to be made in El Norte—

all wanting the comfort of spoken Spanish, to gaze upon the family portrait

of her plain wide face, her ample bosom
resting on her plump arms, her look of maternal interest as they speak to her and each other
of their dreams and their disillusions—
how she smiles understanding,
when they walk down the narrow aisles of her store reading the labels of packages aloud, as if
they were the names of lost lovers: Suspiros,
Merengues, the stale candy of everyone’s childhood.

She spends her days slicing jamón y queso and wrapping it in wax paper

tied with string: plain ham and cheese
that would cost less at the A&P, but it would not satisfy the hunger of the fragile old man lost in the folds
of his winter coat, who brings her lists of items

 

Judith Ortiz Cofer

Traducción de Zulai Marcela Fuentes La dEli latina: un ars poéTiCa

Preside desde el mostrador de formica,
con la Madona y el Niño de plástico imantados
por arriba de una antigua caja registradora,
con olores embriagantes de latas abiertas de
bacalao seco, racimos verdes de bananos
colgando de sus palos como ofrendas votivas:
ella es la Patrona de los Exilios,
una mujer sin edad que nunca fue bonita,
que pasa sus días vendiendo recuerdos enlatados mientras oye a los puertorriqueños quejarse
de cuánto más barato sería volar a San Juan
que comprar aquí dos kilos de café Bustelo;
a los cubanos perfeccionando su discurso
de un “glorioso retorno” a La Habana, donde a nadie se le permite morir ni cambiar hasta que llegue el día; a los mexicanos que pasan con la cantaleta
de cuántos dolaritos van a ganar en El Norte,

queriendo todos la comodidad del español hablado, para contemplar el retrato de familia

de su rostro ancho y plano, su busto generoso
derramado en sus brazos regordetes, su mirada denotando interés de madre cuando hablan con ella o entre sí
de sus sueños y sus desilusiones.
Cómo se ríe al comprender,
cuando caminan por los pasillos angostos de su tienda,
leyendo etiquetas de paquetes en voz alta como si
fuesen nombres de amores perdidos: suspiros,
merengues, los dulces rancios de la infancia de cualquiera.

Ella se pasa los días rebanando jamón y queso y envolviéndolos en papel de para na

atado con mecate: puro jamón y queso
más barato en el A&P, pero que no saciaría
el hambre del viejo frágil perdido en los pliegues
de su abrigo de invierno, que le trae listas de víveres

tiempo DiFoNÍa

that he reads to her like poetry, or the others,
whose needs she must divine, conjuring up products from places that now exist only in their hearts— closed ports she must trade with.•

 

Bela Gold

y se los lee como poemas, o de los demás,
cuyos antojos ella debe adivinar, conjurando productos de lugares que ahora sólo existen en sus corazones: puertos clausurados donde ella debe comerciar.•

Judith Ortiz Cofer nació en Puerto Rico, en 1952. Es autora de muchos libros de varios géneros. Ha escrito la novela e Meaning of Consuelo (Farrar, Straus & Giroux, 2003). Su nueva colección de poesía es A Love Story Beginning in Spanish (University of Georgia Press, 2005). Es profesora de lengua y literatura inglesa en la Universidad de Georgia.

 

Bela Gold

Rita Dove

American Smooth

We were dancing—it must have been a foxtrot or a waltz, something romantic but requiring restraint,

rise and fall, precise
execution as we moved
into the next song without stopping, two chests heaving above a seven-league stride—such perfect agony one learns to smile through, ecstatic mimicry
being the sine qua non
of American Smooth.
And because I was distracted by the e ort of
keeping my frame
(the leftward lean, head turned just enough to gaze out
past your ear and always smiling, smiling),
I didn’t notice
how still you’d become until we had done it
(for two measures? four?)—achieved ight,
that swift and serene magni cence,
before the earth
remembered who we were
and brought us down. •

 

Rita Dove

Traducción de Zulai Marcela Fuentes Terso americano

Bailábamos; debió haber
sido un fox trot o un vals,
algo romántico, pero
que pedía discreción:
pleamar y bajamar,
ejecución precisa al deslizarnos a la siguiente pieza sin parar, dos pechos jadeantes alzándose para dar una zancada

de siete leguas: agonía tan perfecta
que uno aprende a sonreír mientras la ejecuta, mímica embriagante,
el sine qua non
de lo terso americano.
Y porque estaba distraída
en el esfuerzo de
guardar la forma
(la inclinación hacia la izquierda,
cabeza entornada justo para atisbar
detrás de tu oreja y siempre
sonriendo, sonriendo),
no me había dado cuenta
de lo quieto que te habías quedado
hasta que lo habíamos hecho
(¿por dos compases?,
¿cuatro?) alcanzando el vuelo,
esa ligera y tranquila
magni cencia,
antes de que la tierra
nos recordara quiénes éramos
y nos trajera de regreso.•

Rita Dove nació en Akron, Ohio, en 1952. Fue poeta laureada de los Estados Unidos de 1993 a 1995 y actualmente es poeta laureada de Virgina. Es autora de ocho colecciones de poesía, una novela, obras de teatro y diversos ensayos. Es profesora de lengua y literatura inglesa en la Universidad de Virginia.