Poesías Cortas,


de Leo Zelaya

 



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Biografia Gustavo Adolfo Bécquer



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Leyenda: Los ojos verdes



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Colección de Rimas



Quince poemas Adolfo Gustavo Bécquer








Macchu Picchu

"somos hijos del mar
del sol, de la tierra, de la luna"
Himno al sol

I

«amanecer
sin el aroma azul de tu aliento
es ahondar
la soledad marina del deseo
en suaves delirantes extravíos
como olas de vergel
negadas por el viento
toscos galeones
desvían inciertos
el timonel emblema de los entes
y yo me pregunto
-tallador de jaguar en mis labios-
hasta cuándo
he de verme reflejado en los
espejos
¡babilonia de cemento aluminio
y de neón!»

II
de lejanos y agrestes
parajes vengo
a ofrendar
en culto
mi callada y lenta agonía
tan latente como el silencio
asolador ritual de los
tiempos
en el reino del bronce y del no-ser
soy la sonrisa letal de marfil
ante el cual
la lógica formal del mundo
se destruye estrepitosa en pedazos

III
CAPRICORNIO
EN
CONJUNCIÓN
CON
SATURNO

el ritual se ha iniciado
y sobrias prostitutas
se erectan ahora en mi mente
y no sé ahora en realidad
quién soy
si tal vez un incógnito
amauta
pronunciando alguna oración
oculta hacia el sol
o un oscuro corsario
asolando algún puerto
desconocido del sur

IV
espíritu de la noche
espíritu de la noche
guíame sin temor por estas
tierras abruptas
espíritu de la noche
espíritu de la noche
condúceme por el sendero del fuego
que todo lo devora y purifica
arrojado estoy al abismo
insondable de la nada
y nada ahora me pertenece

V
el viento se estrella
violento en mi rostro
cuarto creciente
la luna marca exacta de mis pasos
los perros han huido
hacia el norte
el trineo ha quedado
hacia el sur
y yo cara a cara
al crepúsculo
voy camino
a la abolición total de mi cuerpo
al fin de mis muertes
o
mi definitiva liberación


 

Templo de las manos cruzadas

I

frío, glacial, exacto
se comprimen en aros de papel mis nervios
cantata de oboes
apuntando al nefasto
orden del estío
sinfonía de fuego
anulando la esencia sacra de las cosas


II

y
deliro
y violentos dragones
serpientes-cactus
me lanzan sus llamas
por el sendero del halcón
que posa su rapiña incólume en mis ojos
góticas columnas
punzan la fobia intratable del suicidio
e ingreso al templo
me dirijo al retrato oscuro del niño
ya estoy harto
mi nombre es Belcebú —¡oh Jesús!
y derramo mi semen
sobre su hermosura


III

el temor ha cesado
la luna conduce ahora mi mente
y me he tornado en la iguana
que cava su tumba en el delirio



Poética

I

Has despertado con el rozar de un ratón por encima de tu cabeza y te estremeces -joven escritor-hasta el ultimo vello de tu cuerpo:

¡mas un roedor que se desliza agazapado entre tus cabellos, es solo un roedor buscando a otro roedor ¡.

II

Siempre hay una banca vacía para reposar la soledad del poeta.En los claustros de la pontificia catedral se desliza como dragón sigiloso el bardo tratando de ocultar su inmanente presencia.

Duro es entonces el trabajo del aedo,cincelar fonemas en hermosas gemas de mampostería, atrapar imágenes como mariposas de colores a lo eterno: revelaciòn ataraxia, energía esencial, puro conocimiento.

La poesía es sólo un texto


III

Amarga es la vida de un poeta
mientras escribe soterrado en el averno
aquí el Azul de Darío es el cielo gris de Lima y
Adán el atardecer "el crepúsculo más
hermoso del mundo.

-mediodía y soy la noche-
converso con un genio incomprendido
que lúdico me muestra sus bocetos,
él intuye ,mi callada amargura,mi depresión profunda

con historias insólitas y bromas
extravagantes me hace sonreír
la ironía de Borges no llega alcanzar su sabiduría.

Las calles en "quillca" despiden un antiguo
esplendor
cada balcón esconde un verso de Vallejo,
de Pinglo una canción, mas no una noche estrellada:
"El poeta ès, el poema y la desesperaciòn"

Poemas Orientales

Gu ti shi para el maestro Li-Bai

«Caminando debajo de los cielos
zigzaguean mis pasos en amarillas azucenas
el resplandor de la luna cae ahora preciso en tu pálido rostro
Y levanto la cabeza pues acompañado de ti, Li bai, he olvidado mis penas».


Gu ti shi sobre el sendero de plata en el crepúsculo

Pequeña mía, me preguntas ¿por qué es que vivo rodeado de murallas?
Y atenuando mi amargura —milenaria— te respondo sin mover los labios:
«Los círculos de fuego, ¡hermosa ninfa!,
destruyen los bosques para ser sabios».


Yuefu para el inmortal desterrado

«Bebo acompañado solo de tus versos, venerable Li-Tai-Po,
porque sé que con el vino me llevarás contigo ante los dioses
aunque sólo sea un hombre sin sombra y sin reflejo de la luna en mi copa
pues tú sabio anacoreta con tu lira me conduces más allá de los montes
al final de los inviernos»


Sijo del amor

Una gota de lluvia, cae en tu nariz., transparente como el cuarzo
y se diluye tenue en la comisura de tus labios
¡Beatrice! Tú iluminas de arco iris mis párpados!


Sijo del viaje

Me detengo a contemplar el reflejo del sol en el océano.
¿Creeré aún en el señor de los espejos?
¡Avanza! ¡Por la ruta del dragón!
que atraviesa como línea dorada las aguas


Hyangga de la sabiduría

En el sendero de la iluminación
tu verbo se extendió como caballo lila
en el poniente
sin despedirte
tu sangre tiñó de escarlata
el bouquet unívoco de mis palabras
aunque varios otoños han pasado desde entonces
Mis pupilas aún se mantienen brillosas.
¡Poesía!, tu voz aún repica en mi memoria.


 

Underground blues para Jim Morrison


luna roja
y en la radio la precisa melodía
proyecta tus arpegios endiablados
viejo Jim Morrison
arqueas la cintura
la sensualidad de tus labios
y entre filtros de peyote
y vasos de aguardiente
te diriges peligrosamente
hacia el fin 
- enciendes el cigarro
alzas la copa de vino
y brindas por ti, por Blake
Artaud, tus oscuros fantasmas -
la mirada extraviada 
el seco gemido
nadie entiende el descarnado alarido
que parte el cielo en pedazos
la muerte traidora danzando
sobre tu cuerpo
la soledad desnuda en medio del escenario
el baile indio 

el suicidio anunciado

entregando en cada concierto
tu más rotunda agonía
rey de los lagartos.

 

Ictma

mawa llamina kawchiri chanqa
wyañuy wañu chikuypi
hathun tayta pachacamac
p'aqo apasanka
apukuwa wan tiraj chanqa
hiway
¿maypinchay sañu wat'ejqa
wiñay kawsay chikarichipuxta?*

* arrojado a la frontera intolerable del suicidio /
oh padre Pachacamac /
alacrán dorado exiliado entre los dioses /
dime: / ¿dónde se halla el abismo sacro /
de lo eterno y lo perdido?/

 

Líneas de Nazca

«y el insalvable
terror al vacío
de mi lúdica desnudez
hace
que te cubra
por entero
de demonios»



 

Ulises

I

el oro rojo

II

la arena rubia

III

detrás del océano

un hombre solitario espera


 


Percival

«el que ama, obedece»
Chretien de Troyes
siglo XII

soy el oscuro caballero andante
que camina silencioso entre las sombras
y se desvanece taciturno sobre la niebla
aquel que lucha por absurdas ilusas cruzadas
y sólo encuentra la mirada amarga del exilio
no obstante el que al pie de una solitaria torre
espera a su doncella -orden de las rosas-
en la vasta inmensidad de la noche

 

Haikus de la noche

I

Ciervo azul.
La danza de la noche
Rozó el cielo

II

Cabellos blancos
Despides al invierno
Danza la luna

III

Cae el dragón
Anuncias los otoños
Flor del durazno

IV

Rugen los dioses
La lira del poeta
Acalla el hielo.

 

Koan de la iluminación

-Maestro ¿qué es la sabiduría?
-La no pregunta

-Maestro ¿qué es la renuncia?
-Contemplar las estrellas sin ojos

-Maestro ¿qué es la iluminación?
-Quedarte sin brazos y tocar la noche

-Maestro ¿cómo alcanzar la sabiduría?
-Quema el papel, la pluma y el báculo
-¿Por qué he de hacerlo?
-Siente en tu rostro el invierno.

 


OPÚSCULO DE UN NOSFERATU A PUNTO DE UN AMANECER

-fragmentos-

Introducción

Hay un infierno interior revestido de imágenes
Diáfanas que rodean a los melancólicos vampiros
Ninfas que despliegan universos de hermosa oscuridad
Unicornios incólumes tras los cuales se esconden oscuros
Y retorcidos dragones
Este es la historia de amor entre una ninfa y un vampiro,
-Curioso lector-Este es el juego de los espejos y de la muerte.

I

Desde la cúpula de la catedral antigua. El nosferatu contempla neutro
el frenesí de la urbe.
Alumbrada por irreales luces como inefables colmenas de neón, espera
lacónico a su próxima victima.
Él es lo epicúreo puro en aquel instante, la poesía oscura, el verbo
profano. El ángel negro que perforara sensualmente los cuellos
vírgenes de las doncellas.

La poesía en sí eres nosferatu y la metáfora primera.

III

Miras la noche, bebes la copa de vino y extendiendo
nosferatu tus
brazos desesperados hacia el lóbrego cielo "te
amo-exclamas-te amo
Hacia la diáfana luna".

La melodía de Schombert logra al fin
doblegarte e
ingresa en ti como una ola gigantesca, colosal, épica en tú cáustico
ser.

La mano del escritor deja la pluma, bota el cigarrillo
de los labios,
saca las manos del ordenador y se rompe exacta la
creación; una
lagrima negra se desliza por tu cadavérico y pálido
rostro,
pesado como él ultimo tramo de la noche, estéril como el inicio
prístino del amanecer.

Y la roja araña maligna entonces te grita ahora con voz aguda
desde el techo:
"Estás muerto nosferatu, estás muerto, no te engañes más, que
nunca volverás a
amar "
y
el nosferatu lúcido, con cierta amargura sabia replegada
en su antigua humanidad responde:
"En los cuerpos inertes arácnida, existe el mayor
movimiento".

IV

Hoy la has visto sola en un bar, con la profundidad de sus cabellos
castaños cayendo sobre su delicado y pálido cuello. La ves, y la
inmensidad de sus resplandecientes ojos cafes hacen retroceder la
perversa intención de tus afilados dientes.
Con un gabán negro y el rostro calmo, te has colocado al otro extremo
de la barra. La observas, la contemplas como jaguar en celo al
acecho. Ella hace un ademán conocido de Coger un cigarrillo y tú como
predador experto en estas lides de la seducción ,aprietas el
encendedor raudo en sus carnosos labios.

Ella sonríe irónicamente y tú piensas que en mil años de vida por los
reinos de las tinieblas

no has visto algo tan espléndido y maravilloso como el florecimiento
de aquella bella

Sonrisa extendida como flor de loto en sus rojos labios. Aquella
sonrisa que te ilumina en

Tus largas noches solitarias como un concierto de estrellas en la
noche por estas calles frías de neón.

La acompañas a los bosques."La amistad es una trampa".
La literatura escandinava, la música gótica, Baudelaire, el culto sin
reservas al crepúsculo son los inclaudicables pactos que los unen y
sus interminables pláticas en la inmensidad de la noche, alrededor
de una entrañable taza de café, sus tardes recorriendo los nenúfares
y las fuentes protegidos por la espesura de los bosques inmortales,
allí donde no ingresa jamás la luz abrasadora del diáfano sol.
Hoy a los pies de los rayos de la luna nosferatu te has atrevido a
tocar el cielo y la has besado.

VI

No hay mayor pasión que la de un poeta, ni mayor deseo que la de un
liróforo nosferatu.
La noche resplandece ahora de un extraño brillo cada vez que estas
del brazo de la bella
Ninfa; Es extraño ver como cambia todo a tú alrededor. La luna que
alumbra misteriosa tus pasos es ahora la luna misteriosa ¡Viva! Que
alumbra en este instante tus pasos: es está y no otra y se manifiesta
eterna aquí".
La noche la ves virgen, hermosa, con la novedad y misterio de tú
primer amor en transilvania. Las luciérnagas desfilan mágicas a tú
alrededor, Los árboles danzan tenues sobre sus góticos cuerpos.
Sientes, vives, amas nuevamente eufórico vampiro, pues no hay mayor
amor que la de nosferatu bardo enamorado, ni mayor placer que el de
besar el resplandeciente rostro de la ninfa en tus azabaches labios.

VII

Todo lo dejaste por alcanzar la piedra filosofal ingenuo nosferatu y
todo lo has perdido. Mujer, clan, familia, amigos, nación. Ahora eres
solo un apatrida excluido del genero humano.
La noche es ahora tu hábitat. La oscuridad, el eclipse absoluto que
te alumbra y te acompañará toda tu existencia, hasta la consumación
incólume de los siglos, como aquellos
Largos días polares sin sol y el manto glacial permanente cubriendo
el firmamento.
Has visto nacer y morir imperios, cientos de reyes has visto
desfallecer en la inclemencia imperturbable del viento y a la
soberbia raza humana caer consumida por la insomne voracidad de los
gusanos.
Como un judío errante navegaste por el mundo entero, varias
veces .Felices fueron aquellos primeros siglos sin percibir la
intermitente "angustia de morir". Más el tedio insoportable te inundo
irremediable a la mitad del primer milenio hasta convertirte en lo
que ahora eres: liquen muerto, polvo inorgánico que trasunta placida
tus venas.
No hay sentimientos, eres la contemplación pura. Él hastió
permanente y a pesar que
Varios suicidios intentaste en vano el soplo eterno volvía a tú
sangre irredenta y con ella el terrible dolor intangible del
spleen ": eres consciente de tú terrible inmortalidad".
Hoy la vuelves a ver y te sientes vivo como al principio y quieres
morir, ser libre, amar "hasta perder el conocimiento", -El lenguaje
son extraños pájaros que se lleva el leteo-sentir la brisa fresca de
las mañanas en tú pálido y verdoso rostro, aunque esto signifique por
ultimo el final de tus días.
Hoy lo has decidido, amanecerás contemplando el alba junto a ella,
opúsculo de un nosferatu a punto de un amanecer:
"Sabes que el resplandor del sol quemando tu piel te redimirá".

Epilogo

"en tus sueños siempre estaré".

6:15

- el Hombre Murciélago 
Ciudad Gótica -

Y a pesar del ensordecedor y estridente ruido de los autos
aún escucho tu voz
tu voz
derruyendo
mis antiguas creencias
mitigando en polvo
mis estúpidos temores


mujer de urbanos y azules
cabellos
y sonrisa incólume de cristal

si creyese en Brahma (a)
creería en la reencarnación de tu mirada
mas sólo creo
en tus desgarbados y azules
cabellos
tan distantes
como verdes astros
ardiendo

que en noches como ésta
en vano trato de alcanzar

qué puedo ofrecerte
sino mi onirica amargura
mi abrasador lamento
un grito destemplado
lanzado agónico al vacío
este poema

la noche me encuentra
ahora
entre anuncios luminosos
y vouyeurs rascacielos
delineando el atormentado
trazo de mi piel
como un descarnado cuadro de van Gogh

y yo no sé que será de mí
lobo hombre solitario en brutal desenfreno por sórdidas calles
si lo único real ahora es la irrealidad de tu mirada

mi vida constante agónica ocaso
eterno suicidio
desesperado crepúsculo a punto de extinguir

ignoro el sabor improbado de tus labios
y sin embargo como
explicarlo
me perteneces
desde antes del origen de los tiempos
desde siglos antes que
nacieras

y tu tal vez te preguntes
quién soy / qué busco
qué pretendo al no cesar
nunca de observarte
yo soy aquel hombre
que has estado esperando
en tu larga contemplación de los vacíos
el héroe absurdo que se niega inútil a abolir el recuerdo

- oh tigresa de marfil urbano que me vas royendo -

bella como el intenso resplandor de la luna
aún tu cuerpose enreda frenéticamente
junto al mío en las noches incesante de delirio

ensoñación de un crepúsculo que pugna desesperado por salir
suavidad de flores cayendo encendida en la mirada
invierno de mar huyendo desesperado de los trópicos 
niña tonta que se niega a usar tacones y abrir sus alas y partir

sigue,sigue jugando con tus muñecas azules
y tus ingenuos origamis de papel
que yo velaré de tu onírico sueño
de insulsos demonios y oscuros dragones
que mantendré a raya 
con mi roja capa
tan pura como el fuego
como el primer hombre- soberano de la noche
amo de la oscuridad -
que habito desconocido estas aceras
penetrando arma en mano puñal en pecho
al denso enigma de tu piel

bombas molotov
tenues muchedumbres

las 6:15

y mis pasos 
no hacen mas que repetir 
el eco
intacto 
de
tu nombre.

 





















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